La candidatura presidencial es la única meta de Andrés Manuel López Obrador, que se mantiene en campaña desde que perdió las elecciones del 2006. Y ahora quiere ser el candidato de las fuerzas de izquierda, pero ya estableció su rechazo a la potencial coalición del PRD, su partido, con el PAN para disputar el gobierno del Estado de México y poner un obstáculo en la carrera de Enrique Peña Nieto rumbo a Los Pinos.
En el 2011 se definirán las rutas hacia los comicios por la Presidencia un año más tarde, campo en el cual panista y perredistas parecen más que dispuestos a batallar juntos, sobre todo después de que salieron triunfantes en los pasados comicios de Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Victoria que obtuvieron por las divisiones en el PRI y sin que ello implique que serán gobierno, pues los futuros gobernantes son priistas con todas las de la ley.
El discurso de López Obrador no cambia, pero con el reconoce que la ambición que le mueve es por el poder presidencial, por el cual “me apunto” y “voy a buscar” por eso la candidatura presidencial de fuerzas de izquierda, dijo el domingo en una concentración en el Zócalo, donde el acarreo fue la el vehículo que le reunió varios miles de seguidores.
Se niega a reconocer que, conforme a las reglas del juego que aceptó, perdió las elecciones y dice ahora que va a “volverle a ganar en las urnas a la mafia de la política, del poder y del dinero… para transformar a México y sus instituciones”. “Yo sí, ya he decidido participar, aunque no le guste a la mafia del poder”.
Sin más propuesta que la voluntarista consigna de transformar México, insiste en que “aquí estamos y no vamos a permitir que sigan destruyendo a México y empobreciendo a su pueblo”.
El político que asegura tener unos 15 millones de seguidores y miles y miles de comités, que no le dieron votos para sacar adelante a los candidatos que apoyo con el PT en las pasadas elecciones del 4 de julio, dijo “ya decidimos participar” y “nos vamos a dedicar a consolidar” el movimiento por la transformación”.
NO pierde tiempo para criticar las alianzas de la derecha y la izquierda: “Yo no estoy de acuerdo con esa alianza del PRD con el PAN ni del PRD con el PRI”, pero no tiene una propuesta concreta y abierta para fincar la unión de las izquierdas, más allá de que se contempla como el elegido. .
Ahora que su partido, el PRD se acerca cada vez más al PAN y pierde la línea de izquierda, lo único que atina a decir que se pretende confundir a la ciudadanía al afirmar que priismo y panismo son la única opción política en 2012. La verdad es lo mismo y representan a los oligarcas que se niegan de manera reiterada a un cambio verdadero, “no quieren que un movimiento de izquierda logre la transformación y por esa razón nos robaron la Presidencia de la República en el 2006”.
Y como en el 2006, ya se siente vencedor y se atreve a señalar: “ahora que declaré que iba a participar en el 2012, se han puesto tan nerviosos. Que se serenen y les recomiendo que tomen té de flor de tila o pasiflorine”.
Pero el no sigue su consejo, pues mientras dice que el candidato izquierdista se definirá a mediados o finales del año entrante, el está en campaña electoral permanente, pero quiere que sus adversarios no se muevan, de acuerdo con sus reglas.
En el 2011 se definirán las rutas hacia los comicios por la Presidencia un año más tarde, campo en el cual panista y perredistas parecen más que dispuestos a batallar juntos, sobre todo después de que salieron triunfantes en los pasados comicios de Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Victoria que obtuvieron por las divisiones en el PRI y sin que ello implique que serán gobierno, pues los futuros gobernantes son priistas con todas las de la ley.
El discurso de López Obrador no cambia, pero con el reconoce que la ambición que le mueve es por el poder presidencial, por el cual “me apunto” y “voy a buscar” por eso la candidatura presidencial de fuerzas de izquierda, dijo el domingo en una concentración en el Zócalo, donde el acarreo fue la el vehículo que le reunió varios miles de seguidores.
Se niega a reconocer que, conforme a las reglas del juego que aceptó, perdió las elecciones y dice ahora que va a “volverle a ganar en las urnas a la mafia de la política, del poder y del dinero… para transformar a México y sus instituciones”. “Yo sí, ya he decidido participar, aunque no le guste a la mafia del poder”.
Sin más propuesta que la voluntarista consigna de transformar México, insiste en que “aquí estamos y no vamos a permitir que sigan destruyendo a México y empobreciendo a su pueblo”.
El político que asegura tener unos 15 millones de seguidores y miles y miles de comités, que no le dieron votos para sacar adelante a los candidatos que apoyo con el PT en las pasadas elecciones del 4 de julio, dijo “ya decidimos participar” y “nos vamos a dedicar a consolidar” el movimiento por la transformación”.
NO pierde tiempo para criticar las alianzas de la derecha y la izquierda: “Yo no estoy de acuerdo con esa alianza del PRD con el PAN ni del PRD con el PRI”, pero no tiene una propuesta concreta y abierta para fincar la unión de las izquierdas, más allá de que se contempla como el elegido. .
Ahora que su partido, el PRD se acerca cada vez más al PAN y pierde la línea de izquierda, lo único que atina a decir que se pretende confundir a la ciudadanía al afirmar que priismo y panismo son la única opción política en 2012. La verdad es lo mismo y representan a los oligarcas que se niegan de manera reiterada a un cambio verdadero, “no quieren que un movimiento de izquierda logre la transformación y por esa razón nos robaron la Presidencia de la República en el 2006”.
Y como en el 2006, ya se siente vencedor y se atreve a señalar: “ahora que declaré que iba a participar en el 2012, se han puesto tan nerviosos. Que se serenen y les recomiendo que tomen té de flor de tila o pasiflorine”.
Pero el no sigue su consejo, pues mientras dice que el candidato izquierdista se definirá a mediados o finales del año entrante, el está en campaña electoral permanente, pero quiere que sus adversarios no se muevan, de acuerdo con sus reglas.
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